miércoles, 25 de febrero de 2009

Diana en nortecastilla.es



DIANA NAVARRO CANTANTE EL PÚBLICO DE VALLADOLID SU ÚLTIMO DISCO LA MÚSICA HOY

«Nunca siento la distancia de un escenario porque yo les canto al oído»

La malagueña abre el ciclo Valladolid Vive la Música en el Teatro Carrión con un repaso a 'Camino Verde', su h0menaje a la copla que será disco de platino

Sobre el rastro que deja el 'refrito' de estilos musicales han patinado bastantes artistas, que ocultaban con experimentos sus carencias. No es, ni mucho menos, el caso de Diana Navarro (Málaga, 1978). Tardó en irrumpir en la música y pisó todo tipo de escenarios (incluidas saetas en la Semana Santa de Valladolid) cuando sólo soñaba con ser lo que es ahora. Pero cuando lo hizo, ha sido como su voz: un chorro de sentimientos modulados por 15 años de carretera. Necesitó cinco años para que alguien creyera en 'No te olvides de mí' (doble disco de platino) en el que fue capaz de unir flamenco, fado y sonidos latinos.

Abre mañana el ciclo de conciertos Valladolid Vive la Música con el taquillaje agotado. Presentará 'Camino verde', su particular homenaje a los clásicos de la copla, un disco que va camino de repetir los éxitos del citado y de '24 rosas'. El concierto se produce el mismo día en el que se conocerán los nominados a los Premios de la Música, en los que ha encabezado las listas de los dos últimos años.

-Ya es una clásica en Valladolid.

-Valladolid siempre ha sido una tierra a la que le ha gustado mi manera de cantar. A Valladolid le tengo un especial cariño porque, cuando no era conocida, vine a cantar saetas. Recuerdo que la gente se volcó sin saber ni quien era. Y eso te marca. Volver fue para mí una emoción grande porque eso es que creían en mí. Tengo grandes amigos y me gusta regresar.

-Y en Valladolid hay una gran tradición de sonidos 'sureños'. ¿Cómo les va a contentar mañana?

-Mis conciertos siempre están inspirados en la emoción y el protagonista va a ser el público. Voy a hacer un recorrido por 'Camino verde', que ya es casi disco de platino, y vamos a adentrarnos en un mundo coplero, aunque con unos sonidos más electrónicos.

-¿Influye en su forma de interpretar la distancia corta de un teatro en lugar de un gran escenario?

-Yo siempre conecto directamente y no me importa la cantidad de gente. Canto para todo el mundo, da igual para dos que para mil. Nunca he sentido la distancia por lejos que esté el escenario. Intento cantarles al oído.

-¿Empezó con la fusión y ahora se pasa al clásico. Suele ser al revés.

-Sentí que era el momento. Al ser temas ya hechos, nos da más margen para crear el cuarto disco. Es un trabajo de tránsito y necesidad vital por esa pasión que le tengo a la copla. También queríamos demostrar que somos un equipo de fusión inspirado en la copla, la saeta y el flamenco, pero sin que mande ninguno de estos tres estilos.

-¿Por dónde va a ir ese tránsito hacia su cuarto disco?

-Seguiremos investigando en diferentes estilos aunque la copla, la saeta y el flamenco irán de la mano y tenemos ya algunos ideas pero no nos vamos a adelantar.

-¿La fusión es el único camino para aportar algo nuevo?

-Intentamos caminar desde la fusión pero no tiene nada que ver un estilo con otro. No nos dejamos condicionar por si puede gustar más o menos. En la música está todo inventado y, sí, buscar la combinación quizás es el camino.

-En el 2005 fue su irrupción, pero arrancó 15 años antes. No hay casualidades en el éxito.

-Soy una privilegiada por haber trabajado tanto desde los 9 años, pero además haber caído en buenas manos y haber hecho un proyecto adecuado a mi perfil. Fue muy laborioso porque empezamos a componer 'No te olvides de mí' en el 2001 y no vio la luz hasta el 2005. Sólo gracias al equipo de trabajo funcionó, aunque creo que hay sitio para todos. Nosotros sólo hemos encontrado el nuestro.

-Desde el 2005 ¿vaya vértigo, no?

-Procuro salirme mucho del traje y hablar de Diana Navarro como una artista y pienso que qué bonito que hayan ocurrido todas estas cosas. Es siempre para agradecer.
-El éxito como viene se va. ¿Tiene miedo a perder la perspectiva?
-Me considero sencilla y sigo siendo la niña de barrio, de Huelin (el pueblo de pescadores de Málaga), que le cantaba a la virgen del Carmen, con las mismas amistades. No me siento diferente a nadie.

-¿Y que huella quiere dejar?

-Que la gente me recordara como una amante de la música y respetuosa. ¡Virgencita que me quede como estoy! Con tener creatividad y salud para llegar al corazón de la gente me vale. Sólo quiero crecer como persona y como artista.

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